lunes, 20 de julio de 2009

EL MAR REFLOTA LA ECONOMÍA

El secreto del éxito ha sido la constante comunicación entre ingenieros, biólogos y ecólogos, "algo bastante infrecuente", según explica la compañía. Su incipiente negocio de acuicultura ecológica se ha consolidado en un mercado que hace apenas unos días recibió el aval de la Comisión Europea.

El Ejecutivo comunitario quiere regular un sector en pleno crecimiento, con 400.000 hectáreas certificadas en todo el mundo, para satisfacer la demanda de productos de un mar cada vez más castigado y vacío.

Tras un año y medio de negociaciones, Bruselas definirá por primera vez una serie de criterios mínimos para el desarrollo de este negocio, que pretende aliar las exigencias del mercado y el respeto al medio marino.

Pero además de peces y una de las mayores fuentes de ingresos mundiales, el mar ofrece otras posibilidades de negocio sostenible. En pleno contexto de crisis, la reconversión del sector pesquero y la revisión del modelo de gestión de las áreas costero marinas ofrecen nuevas perspectivas.

En España, "la gestión integrada de las áreas costero marinas constituye una verdadera oportunidad para responder al deterioro de los ecosistemas costeros", según la Fundación Biodiversidad.

Este organismo del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino celebró la semana pasada un curso de verano, en Mallorca, para abordar el reto de crear modelos eficaces de gestión que permitan compatibilizar los usos del litoral con el mantenimiento de las funciones de los ecosistemas costeros. En paralelo, se ha lanzado el proyecto Formar, de formación y sensibilización de los trabajadores de empresas con incidencia directa en el medio marino, y Aquanostrum, sobre la producción ecológica en la acuicultura como motor de desarrollo sostenible de zonas del litoral.

El turismo está ofreciendo en España esa doble perspectiva. En Barbate (Cádiz), el buque Francisco Varo sale cada día a faenar con turistas. El Francisco Varo es un barco almadrabero, que al final de la temporada de pesca de atún rojo con esta técnica artesanal, en vez de enormes atunes, transporta centenares de turistas interesados en ver las almadrabas, una pesquería casi de lucha cuerpo a cuerpo entre los pescadores y el animal que el litoral andaluz sigue practicando desde la Edad Media.

Las travesías, que oscilan entre una y dos horas, permiten contemplar espacios protegidos y un paisaje espectacular, desde Cabo Trafalgar hasta Punta Camarinal, y atunes rojos.

En dirección hacia el Atlántico, el Estrecho de Gibraltar ofrece una de las mejores atalayas europeas para ver cetáceos. La FundaciónMigres realizó un estudio en 2008 en el que analizaba posibilidades de negocio para el aprovechamiento sostenible de los recursos de esta zona. Aquel estudio contabilizó hasta 300.000 aves planeadoras cruzando el Estrecho y la presencia de siete especies de cetáceos: calderón negro, delfín mular, orca, delfín, cachalote, delfín listado y rocual común. De ellas, cinco están presentes todo el año. Según las empresas del sector, la probabilidad de ver al menos una especie es superior al 90%. La empresa Turmares organiza salidas para avistar cetáceos en el estrecho de Gibraltar. La excursión ballenas y delfines cuesta 30 euros. La compañía asegura no sólo el avistamiento seguro de especies de cetáceos, sino un paisaje espectacular.

El protagonista: Lonxanet

Distribución de pescado fresco en toda la península desde Galicia. Es el negocio de Lonxanet, "una empresa de economía solidaria", como se define, participada por cofradías de pescadores. Se creó cuando Carnota, la bahía que más se empapó de chapapote, estaba al borde de la asfixia pesquera. El susto de aquella mancha negra empujó a los pescadores de a pensar su modo de vida de otra forma. ya no era posible sacarlo todo del mar. Así que decidieron asociarse, aceptaron la creación de una reserva en Lira, y constituyeron una empresa, que hoy distribuye pescado fresco de alta calidad en todo el territorio español. Una llamada basta para hacer el pedido, que ofrece productos sólo de temporada. La empresa, participada por el sector privado, se ha propuesto dignificar la profesión de pescador, fomentar una pesca sostenible, impulsar el comercio responsable y trabajar por un mar más saludable y con mayor biodiversidad. Pasen y vean.






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